Historia

Una Aventura en el Tiempo: La Historia del Hotel Laguna Seca

Prepárate para un viaje a través del tiempo, donde cada rincón cuenta una historia fascinante y llena de magia.

Orígenes Nobles

Allá por los años 50, un visionario llamado Rafael Puga Estrada, destacado ganadero y político de Cajamarca, adquirió la hacienda Laguna Seca. Originalmente, este lugar sirvió como estancia para los famosos toros de lidia que viajaban desde la inmensa hacienda La Pauca hasta Lima. La hacienda era tan vasta que sus toros vivían casi en estado salvaje, y era común escuchar las emocionantes historias de los arrieros que guiaban a estos majestuosos animales.

¿Por qué se llama Laguna Seca?

El Hotel Laguna Seca debe su nombre a su fascinante ubicación en un humedal de aguas termales. Durante la construcción de la hacienda, la familia Puga Castro tuvo que drenar el agua hirviente que emergía de la tierra, utilizando piedras y materiales para rellenar el terreno. Este proceso fue necesario debido a las aguas termales que brotan constantemente del suelo, conocidas por su fuente principal llamada "El Tragadero". Así, el nombre "Laguna Seca" evoca tanto la naturaleza de su terreno como el ingenio empleado para transformarlo en un lugar habitable y acogedor

El Toril, cultura y diversión

Don Rafael construyó en 1959 en la hacienda una pequeña plaza de toros, más conocida como “El Toril”. Desde ese entonces varios aficionados de toda la región visitaban este establecimiento para disfrutar de corridas de toros. Estas corridas seguían la tradición taurina española y eran una parte importante de las festividades locales.

Restaurante El Fogón: tradición e innovación

Desde 1994, el Restaurante El Fogón del Hotel Laguna Seca ha sido un punto de encuentro culinario que combina la tradición local con sabores internacionales. Este exclusivo restaurante se ha destacado como uno de los mejores de Cajamarca, ofreciendo a sus visitantes una experiencia gastronómica única. El Fogón no solo es famoso por sus deliciosos platos, sino también por su ambiente acogedor y su ubicación privilegiada, con vistas a la hermosa campiña.

Renacimiento y Modernidad

En los años 80, el hotel tuvo un nuevo dueño: Wolfgang Spittler, un alemán con un corazón peruano. Wolfgang y su equipo revivieron el hotel, convirtiéndolo en un destino de ensueño para los turistas. Añadieron servicios modernos sin perder el encanto histórico del lugar, manteniendo siempre la magia de sus aguas termales, famosas por sus propiedades curativas.

Un Legado que Perdura

Hoy en día, bajo la administración de la familia Llaque, el Hotel Laguna Seca no solo ofrece una estancia lujosa y cómoda, sino que también se compromete con el desarrollo sostenible y el cuidado del medio ambiente. Este paraíso sigue siendo un testimonio vivo de su rica historia, ofreciendo a cada visitante una experiencia única y revitalizante. ¡Ven y descubre por qué el Hotel Laguna Seca es mucho más que un lugar para hospedarse, es una aventura en el tiempo que te dejará maravillado!